Las palabras "Informática" o "Internet" evocan casi de inmediato unos instrumentos técnicos más o menos familiares, más o menos conocidos. Pero, para nosotros en la Iglesia, estas máquinas sólo adquieren su dimensión precisa cuando se ponen al servicio de un espíritu de comunión y una metodología del trabajo en red. Esta es la propuesta que queremos hacer a los discípulos y misioneros de hoy.
La Iglesia ha logrado suscitar una cultura informática que ya nació en clave solidaria, de compartir hallazgos y herramientas. Esta "cultura cristiana" incluye la capacidad de seleccionar la tecnología más adecuada a las circunstancias, sustrayéndose a la fascinación por lo más novedoso.
La Iglesia incursionó en el mundo de la informática antes de que Internet fuera un fenómeno social, y encontró soluciones técnicas para lugares con escasa infraestructura y con medios técnicos elementales.
Proponer este mundo informático a los discípulos y misioneros de hoy en día conlleva tener en cuenta que esto es un instrumento de comunicación interna de la Iglesia; sirve para la creación de archivos documentales para su difusión a todo tipo de público (evangelización "en línea"), y ha de hacer accesibles los contenidos evangelizadores a los usuarios eclesiales más alejados o carentes (tecnología "fuera de línea").
No cabe duda entonces que hemos de ser discípulos y misioneros también en esta era digital.
OSCAR ANDRES CARDENAL RODRIGUEZ M, S.D. Arzobispo de Tegucigalpa.
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