El impulso misionero de la V Conferencia en Aparecida se desglosa en cuatro consecuencias Practicas:
1. Aprovechar intensamente esta hora de gracia;
2. Implorar y vivir un nuevo Pentecostés en todas las comunidades cristianas;
3. despertar la vocación y la acción misionera de los bautizados,
4. Salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos
Naturaleza y Finalidad de la Misión
Se trata de despertar en los cristianos la alegría y la fecundidad de ser discípulos de Jesucristo, celebrando con verdadero gozo el “estar-con-Él” y el “amar-como-Él” para ser enviados a la misión.
Iglesia en Misión Permanente
El “estado permanente de misión” implica ardor interior y confianza plena en el Señor, como también continuidad, firmeza y constancia para llevar “nuestras naves mar adentro, con el soplo potente del Espíritu Santo, sin miedo a las tormentas, seguros de que la Providencia de Dios nos deparará grandes sorpresas”
El mismo Espíritu despertará en nosotros la creatividad para encontrar formas diversas para acercarnos, incluso, a los ambientes más difíciles, desarrollando en el misionero la capacidad de convertirse en “pescador de hombres”.
Iglesia en Misión Permanente
Lo principal es la conversión de las personas. No cabe duda[9]. Pero ello debe llevar naturalmente a forjar estructuras abiertas y flexibles capaces de animar una misión permanente en cada Iglesia Particular.
Algunos Acontecimientos que nos Conducen como Iglesia a la Misión.
1. El Congreso Misionero Latinoamericano – CAM III / COMLA 8 (agosto de 2008);
2. El Sínodo de la Palabra en la Vida y la Misión de la Iglesia (Octubre 2008);
3. La celebración del año Paulino (2008 – 2009)
Fuente: CELAM 2009
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